Hola. Mi nombre es Maia Migdalek, y junto con la doctora Celia Rosemberg y Alejandra Stein, vamos a dictar el Curso sobre Alfabetización Temprana en Contextos Rurales. La escritura, al igual que la mimesis en el juego y en la danza, que el dibujo y otras artes plásticas y que el lenguaje oral en los intercambios comunicativos, permite objetivar y comunicar significados, sentimientos, experiencias y conocimientos. En tanto sistema de soporte externo, la escritura, al igual que la fotografía y el video, otorga a los significados esta habilidad en el espacio, un papel, una pared, una computadora. Así, les otorga una perdurabilidad que trasciende los límites temporales de la memoria individual. Pero, además, en tanto código convencional, la escritura permite evocar, de modo público y con precisión, significados mutuamente interpretables y explicitar relaciones complejas entre la información registrada. De este modo, se amplifican las posibilidades de comunicación y de procesamiento cognitivo complejo. La escritura permite la elaboración de conocimiento, la reconstrucción de conocimiento elaborado previamente o su deconstrucción y la producción de una nueva obra escrita. Debido a ello, aunque el término alfabetización se emplea habitualmente para aludir al aprendizaje escolar inicial de la lectura y la escritura, la alfabetización implica mucho más que el dominio del sistema de escritura. En un sentido amplio, la alfabetización alude al conjunto de las habilidades lingüísticas y cognitivas necesarias para el ingreso al mundo de los conocimientos, la ciencia, el arte y los lenguajes simbólicos y matemáticos que la humanidad ha producido a lo largo de su historia. Las personas participan de este conocimiento cuando pueden comprender el lenguaje escrito que ha sido y que es la herramienta fundamental para organizar, sistematizar y conservar la información a través del tiempo y usar el lenguaje escrito para reelaborar y producir nuevos conocimientos. Las personas alfabetizadas no solo adquieren conocimientos mediante la escritura, sino que además usan, al pensar y al hablar, las formas más elaboradas de sistematizar la información que aprenden al adquirir el lenguaje escrito. La posibilidad de recrear el mundo con el lenguaje implica el dominio de recursos lingüísticos y formas de pensar y organizar la información asociados con la escritura, aunque se usen también al hablar. El proceso de alfabetización requiere que los niños y las niñas accedan a distintas dimensiones de conocimiento y habilidades. Progresivamente, tienen que aprender que la escritura es lenguaje, conocer sus usos y funciones en una sociedad alfabetizada. Tienen, además, que llegar a dominar el sistema, esto es, descubrir qué unidades del lenguaje, sonidos, sílabas o palabras representan las letras. Tienen que reconocer la orientación de la escritura, comenzar a identificar las letras, a trazarlas y a distinguirlas. Tienen que adquirir el estilo de discurso particular que caracteriza a la escritura, que requiere un vocabulario preciso y el uso de sintaxis que permita la interpretación del texto.