[MÚSICA] En la medida que los sistemas de salud se enfrentan a la necesidad de satisfacer una mayor demanda de servicios, manteniendo una atención de calidad y factible de implementar con los recursos disponibles, es necesario integrar nuevas formas de de organización. En la gestión del paciente y procesos administrativos en el entorno sanitario, interactúan diferentes departamentos, dependencias y profesionales de la salud. ¿Cómo ofrecer un trato coordinado, cálido y centrado en el paciente? Es ahí donde se vuelve una necesidad encontrar alternativas a los modelos tradicionales de gestión, como la aplicación de la telemedicina, you que estos están construidos sobre desarrollos tecnológicos y herramientas que permitan la interoperabilidad de sistemas y redes entre servicios públicos y privados, así como la operación coordinada de diagnóstico, tratamiento, educación en salud, documentación de la historio clínica, etcétera. Si bien algunos de estos factores dependen de la tecnología, de los chips y sistemas que quedan detrás de cámaras, es importante articular mecanismos y procesos dentro de las organizaciones también. Por ejemplo, ¿cómo registran los encuentros médico-paciente? ¿Cómo se entregan las recetas para resurtir los medicamentos controlados? ¿Esto se cubre por el seguro de gastos médicos o puede tramitar reembolso? ¿Cómo se fijan las tarifas o costos de estos encuentros? A continuación, quisiera destacar algunos ejemplos de modelos de telemedicina en la práctica que ilustran alternativas para la gestión de estos procesos. La primera es quizás la que más hemos visto y se refiere a un modelo centralizado que opera desde una sede donde se tiene mayor presencia. Es importante destacar que en este encuentro se mezclan elementos presenciales y a distancia. En este tipo de modelos se atienden la mayor cantidad de necesidades del paciente a través de interacciones presenciales, quizás consultas de medicina familiar o de monitoreo presencial de signos vitales. Esto es lo que vemos en mayor medida en los centros de salud alejados, quizás en una comunidad rural. En el caso de que alguno de los pacientes requiera una valoración del servicio de dermatología u oftalmología, se contacta a un especialista que se enlaza por una televisión o por una computadora para otorgar una asesoría a distancia. De forma presencial, se encuentra un profesional de la salud que participa en el encuentro y otorga información clave que podría ser difícil de observar a través de la pantalla. La documentación del encuentro se realiza de forma presencial y el principal responsable de la atención sigue siendo el profesional de la salud que se encuentra de forma presencial. Otro modelo a discutir es al que muchos profesionales de la salud nos adaptamos durante la pandemia, en el que los profesionales de la salud interactuamos directamente con el paciente. Este es muy socorrido sobre todo por aquellos que you tenían una práctica clínica privada. Se adaptaron y continuaron brindando la atención a sus pacientes. En este modelo, los profesionales mantuvieron mucha de su operación de forma tradicional. Por ejemplo, su administración se realiza de forma local, algunas cosas en papel y otras a través de un sistema electrónico. La diferencia radica en que la interacción en tiempo real con el paciente se realiza de forma diferente, mediada por una videoconferencia. Algunos utilizaron sistemas robustos y diseñados para la atención en salud y otros optaron por usar herramientas más conocidas por los usuarios, como Zoom o Whatsapp. Las dificultades de este modelo son propias de las desigualdades que encontramos en nuestros países, por ejemplo, en el acceso a dispositivos inteligentes, energía eléctrica e internet confiable, y sobre todo la alfabetización en tecnología de los usuarios. Una barrera para su adopción masiva ha sido también la falta de legislación que soporte procesos como la entrega de recetas electrónicas para medicamentos, en particular los controlados, que sean aceptadas de forma generalizada. El último ejemplo que les quiero platicar es una tendencia creciente también a partir de la COVID-19. Y es el que observamos en la mayoría de las aplicaciones móviles para asesoría en salud. El paciente contrata o interactúa con un proveedor de servicio que tiene en su directorio diferentes profesionales que pueden ofrecerle atención que el paciente solicita. Este modelo es disruptivo, you que la interacción, la documentación del encuentro, el cobro y el seguimiento están gestionados de forma integral en la misma plataforma. Del otro lado de la pantalla tenemos al profesional de la salud que también de forma muy intuitiva da de alta su perfil y credenciales, y ofrece un horario de disponibilidad en la que puede brindar atención. Estos ejemplos son muy ilustrativos y pareciera que todo está resuelto para que la telemedicina sea la panacea. No obstante, para que la gestión de estos procesos sea exitosa es importante contar con tecnología no solo para la comunicación, sino para la documentación y rendición de cuentas de la operación, licencias o certificaciones para los profesionales de la salud que participan, un modelo y plan de negocio que demuestre la viabilidad económica. Muchas gracias por escucharnos. Los invitamos a explorar el contenido de este subtema. [MÚSICA] [MÚSICA]