[MÚSICA] Hola. En los primeros módulos analizamos claramente el concepto de ciudad hidrointeligente y reconocimos que está conformado por tres elementos fundamentales. Las soluciones basadas en la naturaleza y el paisaje, las transformaciones digitales y la convergencia tecnológica, y por supuesto, el modelo de economÃa circular. En este módulo nos centraremos justamente en analizar este enfoque de economÃa circular, que es un elemento indispensable para garantizar la seguridad crÃtica. Se ha estimado que el crecimiento de la población, la urbanización y el desarrollo económico aumentará la demanda de agua en un 50% para el 2030. La demanda aumentará, pero la cantidad de agua disponible seguirá siendo la misma. O incluso se disminuirá su disponibilidad. Si no se cambia el rumbo, la demanda de agua superara la oferta en un 40% para el 2030. Estas condiciones están ligadas al crecimiento de las ciudades, al cambio climático, a los obstáculos que presentan un gran número de paÃses para garantizar plenamente el derecho humano al agua potable, al saneamiento y a otros factores. Ante esta realidad se reconoce la urgencia de transitar de un enfoque lineal donde el agua se extrae, se trata, se distribuye, se usa y se dispone una economÃa circular del agua. Que se extienda todo el proceso del ciclo del agua, desde la fuente de abastecimiento hasta el suministro de los consumidores finales, y por supuesto, la disposición de las aguas residuales. En el enfoque de economÃa circular en el sector hÃdrico parte del principio de las cinco R. Pero ¿qué son las cinco R? Bueno, es reducir las pérdidas de agua, modificar los patrones de consumo y aumentar la eficiencia de uso del agua. Dos. Reutilizar el agua con un tratamiento mÃnimo o nulo dentro del sistema usuario. Reciclar recursos y aguas residuales tratadas por membranas o aguas a su inversa. Una calidad muy alta, you se dentro o fuera del sistema. Cuatro. Restaurar. Es decir, devolver agua residual con una calidad especÃfica de los cuerpos receptores para mantener o mejorar su potencial de rehuso. Y quinto, recuperar. Es decir, obtener y poner en uso recursos que pueden obtenerse mediante tratamiento de las aguas residuales, como los nutrientes. El desafÃo en América Latina, es que históricamente los paÃses han invertido principalmente en abastecimiento de agua potable, pero no en el saneamiento. Como resultado, el sector saneamiento enfrenta grandes retos. Por ejemplo, el 60% de la población no tiene acceso a un sistema de alcantarillado, solo el 25% está conectado a una planta de tratamiento y solo el 40% del agua residual es tratada. Para revertir estas condiciones es importante que las aguas residuales sean consideradas como un recurso valioso, a partir del cual se pueden extraer energÃa o nutrientes, asà como usar una fuente adicional de agua. Pero ¿cómo se ve la economÃa circular en la vida real? Pues la vemos en muchas formas. La vemos en la recarga artificial de griferos con agua tratada, en el uso de agua tratada en el riego, en el empleo de las energÃas renovables para la operación de planes de tratamiento en la operación de pozos, o incluso en la generación de energÃa eléctrica, en las tuberÃas de distribución de agua. El enfoque de economÃa circular ofrece una serie de beneficios. Por ejemplo, la venta de agua tratada, especialmente de las zonas áridas. Ahorros por la descarga de contaminantes cuando hay tasas y supuestos por disposición de aguas residual sin tratar. O ingresos por la venta de fósforos y de sólidos como fertilizantes, incluso los bonos verdes que pueden usarse en esquemas para el financiamiento de proyectos, tarifas de recolección de materia orgánica cuando hay todo y gestión. Y ahorros en el consumo de energÃa eléctrica asociadas a la operación de las plantas de tratamiento. Una de las principales ventajas de adoptar los principios de economÃa circular es la gestión de las aguas residuales, es que la recuperación y el nuevo uso del recurso podrÃa transformar al saneamiento. Lo que queremos es pasar de ver las aguas residuales como un servicio costoso a un autosostenible y que añade valor a la economÃa. Para implementar acciones basadas en economÃa circular es necesario trabajar en cuatro lÃneas estratégicas. Estas son, planificar el agua residual a nivel de cuenca para mejorar la eficiencia de las economÃas de escala, también el cambiar la percepción sobre los recursos recuperados y generados en las plantas de tratamiento. Aplicar modelos financieros y de negocio innovadores, y por supuesto, promover polÃticas institucionales, regulaciones necesarias, que permitan que el sector adquiera estos principios. A pesar de los múltiples beneficios de la economÃa circular, es necesario resolver también algunos desafÃos. Entre ellos se encuentran la limitada capacidad de las instituciones para financiar nuevas inversiones, las bajas tarifas de saneamiento que no permiten sostener los gastos operativos, y la baja voluntad de pago delos usuarios por los servicios de agua potable y saneamiento. Además, su implementación debe considerar las dimensiones geográficas, polÃticas, técnicas y financieras de cada paÃs, incluso de cada localidad, al tiempo que se fortalecen, por supuesto, los organismos operadores. Más adelante analizaremos especÃficamente el caso de las plantas de tratamiento de aguas residuales y hablaremos muy a detalle de los beneficios económicos, sociales, ambientales, y asumir un modelo de economÃa en el sector hÃdrico. Acompañemos a este módulo. [MÚSICA] [MÚSICA]