Soy Montse Gorchs. En este vÃdeo os explicaremos el Código Ictus. El Código Ictus es un sistema coordinado que permite la identificación, el aviso y el traslado de los pacientes con Ictus agudo al centro de referencia de Ictus más cercano, con el objetivo de reducir el tiempo entre el inicio de los sÃntomas y la evaluación experta del paciente. La activación del Código Ictus puede realizarse desde atención primaria, desde un hospital comarcal o, más frecuentemente, directamente desde las unidades asistenciales del SEM, siempre mediante la coordinación del SEM que gestiona e indica el destino de cada paciente. De los diferentes posibles orÃgenes del Código Ictus, la alerta al SEM por parte del paciente y el traslado directo al hospital de referencia de ictus con pre-aviso al centro receptor, si veis la gráfica es la barra naranja, es la vÃa más rápida. Esto se ve reflejado en una mejor recuperación del paciente. En comparación, los pacientes en los que el Código Ictus se activa en hospitales sin capacidad para realizar el tratamiento del Ictus, en la gráfica está indicada la barra verde, o que acuden a un centro de Ictus por medios propios, podéis ver la barra amarilla, son atendidos por un experto casi una hora y media más tarde y las posibilidades de tratamiento se reducen notablemente. En el proceso del Código Ictus intervienen multitud de profesionales. Cabe destacar el importante papel del SEM en el protocolo de Código Ictus, ya que en la mayorÃa de veces representa el primer nivel de contacto con el sistema sanitario por parte del paciente y representa, además, el órgano coordinador del circuito de Código Ictus. En la mayorÃa de casos, la identificación de un caso se realiza tras la llamada, por parte del paciente o familiares, a los servicios de emergencias médicas, y se confirma en el momento de realizar la asistencia por parte de una unidad asistencial. Ante la sospecha de un Ictus, se alerta a la central de coordinación de los servicios de emergencias, que recogen los datos clÃnicos, la localización del paciente, e indican el traslado prioritario al centro de referencia de Ictus más cercano, realizando, al mismo tiempo, un preaviso a los profesionales de este centro para preparar su recepción. Los objetivos concretos de los servicios de emergencias médicas se basan, por una parte, en la rápida detección de los casos sugestivos de Ictus, y por otra, en la activación de los circuitos y protocolos de preaviso al centro receptor. Una comunicación fluida entre los servicios de emergencias médicas y el centro receptor puede acelerar los tiempos pre e intrahospitalarios, gracias a la aportación de información sobre las caracterÃsticas concretas del paciente. Los estudios realizados sobre los sistemas de Código Ictus han demostrado que éstos permiten aumentar la tasa de tratamiento trombolÃtico, reducir los tiempos extra e intrahospitalarios y mejorar el pronóstico de los pacientes. Existen diversas escalas simples que permiten identificar los pacientes con Ictus agudo a nivel prehospitalario que valoran los tÃpicos sÃntomas presentes en la mayorÃa de casos, como son la desviación facial, debilidad en un brazo, alteración del lenguaje. La presencia de una alteración en uno de estos tres sÃntomas debe hacer sospechar un Ictus y se debe activar el protocolo de Código Ictus para su atención prioritaria. Durante el traslado de un paciente Código Ictus al centro hospitalario de destino, se deben realizar una serie de medidas generales como son: mantener al paciente en decúbito supino a 30 grados, evitar vómitos y broncoaspiración; mantener las constantes vitales bajo los lÃmites adecuados para mantener el mejor estado hemodinámico; tensión arterial por debajo de 220 a 110, que posteriormente se deberá bajar a 185/105, si el paciente recibe tratamiento trombolÃtico; mantener nivel de saturación de oxÃgeno por encima de 95 por ciento; un nivel de glicemia capilar por debajo de 150 miligramos por decilitro; descartaremos hipoglicemia, que puede simular los sÃntomas de un Ictus, y tratar los niveles de glicemia si están por debajo de 60; no administrar ningún fármaco antiagregante como aspirina, clopidrogel, ni anticoagulante, ya que, hasta que no se realice un TAC craneal, no puede diferenciarse si se trata de un Ictus isquémico o hemorrágico. La realización de un electrocardiograma sólo será necesario si se sospecha un sÃndrome coronario agudo. Pero, en pacientes con Ictus no debe realizarse si esto puede retrasar el traslado de este paciente. Hasta el momento, no se ha demostrado beneficio de ningún tratamiento farmacológico a nivel prehospitalario. Existen algunas experiencias puntuales sobre el uso de unidades de Ictus móviles. Son ambulancias equipadas con un equipo de TAC craneal, laboratorio para un estudio rápido de coagulación y un sistema de videoconferencia, además de un equipo de profesionales especializados. Estos sistemas permiten diferenciar el Ictus isquémico del hemorrágico en la misma ambulancia, y poder iniciar un tratamiento trombolÃtico lo antes posible sin esperar a que el paciente llegue al hospital, de manera que puede recibirse con mayor frecuencia y de forma más precoz. Sin embargo, su uso generalizado se ve limitado por la complejidad y el alto coste económico. También se están desarrollando, en diferentes lugares del mundo, sistemas de telemedicina prehospitalaria que permiten la evaluación por un neurólogo experto de forma remota. En estos casos, la ambulancia está equipada con una tableta que permite realizar un vÃdeo en tiempo real del paciente mientras se le explora, y la transmisión de datos clÃnicos. El neurólogo puede visualizar el paciente, confirmar la sospecha de Ictus y dar indicaciones a los profesionales de los servicios de emergencias médicas. Como resumen, podemos decir que el objetivo del Código Ictus es facilitar el acceso de los pacientes con Ictus agudo al mejor tratamiento disponible en la actualidad.