[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] —Hola a todos. Vamos a continuar con nuestro curso <i>Orden y manejo del tiempo</i>. En el tema anterior you revisamos los aspectos más importantes que debe de manejar un directivo en materia administrativa. El dÃa de hoy, el tema de nuestro módulo es <i>Un lugar para cada cosa y cada cosa</i> <i>en su lugar</i>, que es el principio de orden que es uno de los catorce lineamientos que nos da Henri Fayol para lograr que tengamos una administración más exitosa. Henri Fayol en 1916 publicó su obra más divulgada que se denomina <i>Administración industrial y general</i>. En este libro hace tres grandes aportaciones para la administración. La primera de ellas y yo la considero muy importante, es que es el primer autor que nos deja un proceso administrativo. Recuerden que el proceso administrativo lo vimos en el módulo anterior en la versión de Alec McKenzie, y ustedes estarán de acuerdo conmigo en que nos da mucha estructura para plantear nuestro pensamiento cuando estamos dirigiendo una empresa. Nos dice cómo planear, cómo organizar el trabajo, cómo integrar el personal y además todos los recursos materiales, y finalmente algo fundamental, la evaluación. Esta es una de las grandes aportaciones de Fayol. La segunda aportación es que define muy bien cuáles son las principales funciones que debe de realizar una empresa. Y su tercera aportación que a mà me dio mucha luz en mis primeros trabajos como directivo, fueron precisamente los 14 principios administrativos que vamos a ver en este módulo. El primero de los principios que vamos a revisar es el de la división del trabajo. Yo acostumbro, cuando he tenido algún encargo directivo, primero que nada solicito revisar el organigrama del área y de la empresa en la que voy a colaborar. Reviso precisamente cómo están divididas las funciones y si estas están respondiendo a las necesidades, tanto de la empresa como del cliente. Si esto es asÃ, perfecto, no hacemos ninguna modificación ni ningún cambio, pero si veo que esta estructura o esta división del trabajo que tenemos está generando duplicidades, o reprocesos, o no está cumpliendo con estos objetivos, pues definitivamente se hacen los ajustes que son necesarios para que la empresa pueda funcionar perfectamente. El principio número dos se refiere a la autoridad y la responsabilidad. La autoridad es el derecho que tenemos a dar órdenes y cuidar que estas sean obedecidas. Si yo le encargo a un trabajador la realización de una tarea, él debe de responderme por la tarea encomendada. Pero aquà hay algo interesante, yo no puedo evadir la responsabilidad que tengo sobre la tarea que he encargado a una de las personas que trabajan conmigo. Recuerden que la autoridad se delega y la responsabilidad se comparte. El tercer principio se refiere a la disciplina. Y este principio está muy vinculado con el respeto que tenemos que tener, respeto y obediencia que tenemos que tener a los reglamentos y a las polÃticas de nuestra empresa. Es muy desagradable cuando nosotros vamos a un banco, cuando vamos a un hospital, a una oficina gubernamental, ver que hay desorden, ver que nadie cumple con su trabajo y ver que todo el mundo está distraÃdo y a veces hasta comiendo en lugar de estar atendiendo a su trabajo. Cuando nosotros tenemos un ambiente de disciplina, este clima permea y ayuda que tanto los clientes como el personal se sientan más satisfechos. Otro principio muy importante es el de la unidad de mando. Una persona en cualquier organización no puede recibir en ningún caso instrucciones de dos jefes, solamente de uno. La autoridad sobre un colaborador debe de ser única. No hacerlo asà va a generar muchas confusiones, conflictos, y problemas tanto para el subalterno como para los propios jefes. El siguiente principio que revisaremos es el de la unidad de dirección. Cuando varios de los colaboradores trabajan en funciones similares y que tienen los mismos objetivos, debemos de unificarlas bajo un mismo programa, bajo un mismo plan. Por ejemplo, si el área de mercadotecnia que tienen las funciones de ventas, de publicidad, de promoción, de diseño, todos ellos deben de estar agrupados en una sola área. Este principio recuerden se llama unidad de dirección. El sexto principio se refiere a la jerarquÃa o cadena de mando. Y aquà sà quiero también ser muy enfático en pedirles que me cuiden mucho ese detalle. Continuamente estamos cometiendo una violación a este principio y esto genera muchos problemas de comunicación, e inclusive problemas entre las personas y las áreas. Tenemos que cuidar que la comunicación se vierta de una manera normal, de acuerdo a la jerarquÃa que tiene nuestra institución. Y en consecuencia la autoridad, nadie puede saltarse la autoridad de un jefe. Si yo le pido la tarea a un colaborador que no depende de mà sino de un mando que está bajo las órdenes mÃas, yo debo de informarle a él por qué se la pedà a su colaborador, porque sino esto generará desorden dentro de la empresa. Tengamos cuidado con este principio, es fundamental. Vamos al principio siete, subordinación de los intereses particulares a los generales. Esta frase, que para este principio que parece una frase de campaña de alguno de nuestros polÃticos, es de lo más importante y trascendente que debemos de cuidar en las organizaciones. Todos hemos sido testigos de que una actitud egoÃsta de tanto de trabajadores como de patrones, que solamente buscan su beneficio personal, hacen que todo el proyecto colectivo de la empresa se venga abajo. Entonces todos debemos de cuidar que nadie abuse de la empresa. Ustedes lamentablemente tienen muchos ejemplos que darnos y yo espero sus colaboraciones en el foro. El principio ocho se refiere a la remuneración del personal. Yo en mi trabajo como consultor, uno de los indicadores que primero le pido a los patrones que me están contratando es cómo estamos pagando. Siempre hago esta pregunta. ¿Estamos en mercado? ¿Estamos abajo de mercado o arriba? Si ellos me contestan que estamos abajo de mercado me preocupo, porque sé que estamos teniendo una rotación muy alta. Si estamos en mercado, mi preocupación es menor porque bueno sà vamos a tener rotación pero no tanta como cuando estamos pagando menos de lo que el mercado está pagando a puestos similares. Si estamos ligeramente arriba o definitivamente arriba del mercado me tranquilizo porque sé que esa empresa va a tener el talento humano, va a tener el personal para realizar sus objetivos de la mejor manera posible. No lo olviden, señores empresarios, no lo olviden ustedes como jefes, debemos de cuidar que la gente cobre una remuneración justa. El noveno principio es el de la centralización, que se refiere a la concentración del poder en los niveles jerárquicos. En una empresa muy grande, la concentración de la autoridad se divide en todos los niveles jerárquicos que tiene. En cambio, en una empresa pequeña, la concentración es mayor, en muchas ocasiones el propietario o el jefe tiene contacto directo con los propios operarios que realizan las funciones, que realizan las tareas. Lo ideal es este principio de descentralización y de centralización mantener un balance adecuado, dependiendo de la circunstancia especÃfica de cada empresa. El principio diez, que le da su tÃtulo a este módulo, es el de orden, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. No se les olvide esta frase. Esta frase es muy importante, pues a mà me ha servido mucho para que no se me pierdan las cosas. Ustedes saben que es todo un drama cuando no encontramos un oficio, cuando no encontramos un material, simplemente cuando no encontramos las llaves de la casa o del auto. ¿Verdad que es un drama? Bueno, Fayol aquà nos explica y nos dice que en las empresas debe de existir un lugar para cada cosa y cada cosa debe de estar en su lugar, esto es orden. Y ojo, aquà Fayol no se refiere únicamente a las cosas materiales o a los escritos. No, se refiere también a las personas. Si nosotros tenemos procesos de selección y de capacitación bien elaborados, procesos adecuados, vamos a tener a cada gente en su mejor lugar. ImagÃnense ustedes que de repente yo tengo al que es un excelente pianista tocando los timbales, estoy desperdiciando talento. Entonces tenemos que tener cuidado en que este principio de orden sea también aplicable para el personal de la empresa. El principio de equidad, que es el número 11 que estamos revisando se refiere al sentido de justicia que debemos de tener dentro de nuestras organizaciones. Les pongo un ejemplo muy sencillo: imagÃnense que tenemos a dos trabajadores que realizan las mismas funciones y que tienen el mismo puesto pero uno gana más que el otro. ¿Es esto justo? ¿Es esto equitativo? Desde luego que no. Y esto ya nos está generando malestar y nos está generando problemas no solamente en el trabajador que está siendo afectado, sino se empiezan a correr rumores de que la empresa tiene favoritos o que tiene preferidos, y esto genera un clima hostil y un clima que no ayuda a que la empresa cumpla con sus objetivos. Cuando nosotros tenemos un ambiente de equidad en nuestras instituciones, vamos a lograr que haya amabilidad, que haya cordialidad y que haya un sentimiento de integración a la empresa. Estamos en el principio 12, que nos habla sobre la estabilidad del personal. Cuando hago estas consultorÃas que les platicaba, otro de los indicadores que normalmente pregunto desde la primera entrevista es cuál es la media de arraigo del personal en la empresa. La media de arraigo: se refiere a la antigüedad general de todo el grupo de trabajadores, de todo el personal. Si el trabajador, si el patrón me dice que su media de arraigo anda en uno o dos años, me preocupa mucho porque sé que esa empresa no ha sido una garantÃa, una oportunidad para los trabajadores. Han tenido una rotación muy alta. Si en cambio me dicen que su media de arraigo anda por los ocho o nueve años, pues entiendo que hay trabajadores que tienen más de 20 años de antigüedad y habrá trabajadores que tengan dos o tres años. Pero en conjunto la media de arraigo es de ocho o nueve. ¿Qué quiere decir? Que esta empresa se ha preocupado por capacitar, por desarrollar, por esperar a que su personal madure y rinda sus mejores frutos para la empresa. Y la empresa ha sido una fuente de confianza para el trabajador, que sabe que tiene un trabajo respetuoso y seguro para su familia. Entonces, este principio de Fayol lo debemos de cuidar mucho. Debemos de tener la paciencia para esperar a que el personal nos dé sus mejores frutos. El penúltimo de los principios, el número 13, es el de la iniciativa, que nos habla de la actitud de estimular al personal que debe de guardar un directivo cuando este nos está ofreciendo sus sugerencias, sus ideas, sus innovaciones. En muchas ocasiones, no los oÃmos como ya lo hemos visto en otras partes de nuestro programa. Oigamos lo que ellos nos dicen, ellos saben mucho sobre la operación y sobre los procesos de trabajos que seguimos y sobre las quejas o satisfacciones de los clientes. Cuando ellos nos dan algún comentario, vamos a estimular esa actitud creativa porque esto ayuda mucho a motivar a los trabajadores y ayuda mucho también a que las empresas cumplan con sus objetivos. Bien, pues terminemos con los principios de Fayol revisando el principio de espÃritu de equipo, que es un tema que hemos visto ampliamente a lo largo de este programa especializado. Pero aquà me gusta mucho el enfoque que le da este autor porque considera que esta actitud genera para las empresas una condición muy importante para que estas logren su desarrollo y crecimiento. Simplemente observen ustedes los equipos deportivos que triunfan. ¿Cómo se ven cuando practican su deporte? ¿Se ven como equipo o se ven cada quien jugando por su lado? Correcto, se ven como un verdadero equipo. Son exitosos, ¿verdad? Bien, yo tuve la suerte de motivar a diferentes equipos del fútbol profesional en México y les puedo decir que desde que subÃamos al autobus, viajábamos y llegábamos al estadio y entrábamos al estadio del rival en turno y entrábamos al vestidor hacÃamos sentir nuestra presencia. Desde el vestidor ya se sentÃa ese espÃritu, ese valor de grupo que todos traÃamos. Y cuando salÃamos a la cancha, dábamos lo mejor de nosotros mismos y en muchas ocasiones ganábamos. Yo creo que es un principio que debemos de tomar muy en cuenta en nuestras organizaciones, ese amor, ese cariño que debemos de tener hacia nuestra empresa. Bien, pues con este tema de espÃritu de equipo hemos concluido con nuestro módulo de un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, que es uno de los 14 principios que revisamos el dÃa de hoy de Henry Fayol. Muchas gracias. [MÚSICA] [MÚSICA]